domingo, 21 de octubre de 2007

Baloncesto en un segundo plano.

Está claro que lo que el Grupo76 Al-kasar necesita en este momento es calma, tranquilidad, pide a voces una tregua, por otra parte muy necesaria para la imagen, estabilidad y prosperidad de un club envuelto en polémicas. Polémicas no deseadas, está claro, pero que últimamente centran su punto de mira en el mismo objetivo, que no es otro que el baloncesto alcazareño. Lo único a lo que contribuye todo el revuelo suscitado es al deterioro de un club que, pese a sus treinta años, se conserva muy bien. Aunque eso sí, en cierto modo, el deterioro que hubiera sufrido el Grupo si todo hubiera quedado bajo esa tapadera tan poderosa como es el silencio podría haber sido mayor. No sabemos si lo que se ha dicho en los últimos días ha influenciado en alguna decisión, positiva o negativa, sobre el club, pero pienso, y termino así con este tema, que no había mucho más que perder, y como se suele decir, de perdidos al río. Y parece que, por fin, el río no lleva aguas revueltas, y fluye con normalidad, de forma tranquila y serena, y ojalá sea así por mucho tiempo.

Y con todo, en estos días el comienzo liguero de nuestros equipos ha cobrado un inmerecido segundo plano. El papel protagonista de nuestra actualidad debe volver a ser interpretado por el baloncesto, por nuestros jugadores y jugadoras.

Empezó la liga nuestro junior regional, o como se llama en realidad, especial. Y parece que sí, que va a ser un equipo especial. Especial porque comenzó perdiendo y dando una mala imagen, y a la semana siguiente va y gana de ochenta puntos. Especial también porque si la conexión en el vestuario, la actitud, y la colectividad funcionan, irán de cabeza a la fase final.
También comenzaron los primeras, el autonómica masculino y femenino. Primeras además, porque son las posiciones que deben ocupar estos dos equipazos que aspiran alto esta temporada.
Y por último, aunque fueron los primeros en comenzar, tenemos a nuestros cadetes regionales. Una victoria y una derrota, aunque quien salió aquí derrotado de verdad fue un ideal de baloncesto. Perdió la zona defensiva, o tal vez quien perdió fue la no rotación de jugadores en un equipo con excelentes refrescos. Refrescos de catorce y quince años, que a nadie se le olvide, en plena edad de progresión.

Hablemos del baloncesto como deporte, y no como empresa. Contribuyamos todos a hablar de nuestros equipos, de resultados, de partidos y no de partidistas, y que pierda así nuestro basket el segundo plano al que había quedado relevado.