miércoles, 23 de enero de 2008

A buen entendedor...

El pasado domingo aguardaba una intensa tarde, una tarde de derbis. En fútbol, y en Madrid, el Atlético se medía al Real. En baloncesto, y en Alcázar de San Juan, el Grupo76 Al-kasar tenía enfrente a Adepal. Lo sé, no se puede comparar lo uno con lo otro. Más que nada porque en lo uno se meten goles, y en lo otro canastas.

Así se podía preveer una tarde de transistores en el Díaz Miguel, donde la narración de Lama se debía haber fundido con el sonido del balón naranja. Cuando Casillas saltara al césped del Calderón, nuestro Puche podía haber estado saltando a por un rebote. Cuando Raúl marcó su gol a los 30 segundos, nuestro Ángel Cañego podía llevar ya treinta puntos, o cuando Agüero estuvo a punto de marcar , Carlos Ortiz podría haber aguado la fiesta de sus rivales con un triple, o haber bebido agua... Tantas cosas podían haber pasado.

Pero no pasó nada, y ese fue el problema. O tal vez sí, ya que cuando Robinho hacía bicicletas, más de uno aparcaba la suya en casa tras el chasco ocurrido en el pabellón.

El partido de la categoría Junior preferente que enfrentaba a los dos equipos de Alcázar, y del mismo club, no se jugó. No se jugó a pesar de que estaban los jugadores, y a pesar de que habían entrenadores. También estaba Lolo, que abrió el pabellón a su hora, puntual a la cita como siempre. ¿Quién nos falta entonces? ¿"Molinín"? no, tenía sobrecarga tras la juerga de la tarde anterior. Serían, pues, los árbitros.

Un partido federado, designado en la página web de la misma federación, al que no acudieron colegiados.

El porqué de su ausencia lo podríamos denominar "despiste federativo". El junior de Adepal, había jugado esa misma mañana un encuentro que tenía aplazado ante Argamasilla. De ahí pensaron que este equipo ya había jugado el partido de esa semana, sin caer en la cuenta de que el Grupo no. Bueno, la verdad no sé lo que pensaron, ni quién lo pensó, pero esa fue por lo menos la justificación. Y de aquí, y esto lo pienso yo, se derivan dos cosas más. La primera, es que Argamasilla sí pudo jugar dos partidos en el mismo fin de semana: el de la jornada correspondiente, y el aplazado ante Adepal. La segunda, es que habrá que perdonar un despiste añadido. En la página de la federación, a día de hoy, y en el momento en que escribo (22:32, 23-01-08 ), el resultado adjudicado en la página web de la federación de Castilla La-Mancha al partido que no se jugó, es el de 51-64 a favor del Grupo76 Al-kasar. ¿De dónde viene ese error?, pues del choque aplazado que se jugó en esa mañana entre Adepal y Argamasilla, con ese mismo marcador, y el cual produjo el primer despiste, que a su vez, ha generado el segundo.

Pero en fin, sin dar tantos rodeos la moraleja es la siguiente. Todos los seres humanos cometen fallos, nadie lo duda, por muy extraños que parezcan. No queda más que agachar la cabeza y seguir adelante, o mejor dicho, comprender el error cometido por parte de la federación, agachar la cabeza y seguir adelante. Y porque comprender no nos cuesta nada, entendemos que hayan podido errar. Los jugadores que se vistieron y calentaron, (alguno ya venía corriendo de otro partido porque no llegaba a tiempo), lo entienden. Los entrenadores, de entre los que hay quien tiene que hacer encaje de bolillos para asistir a los partidos, también lo entienden. Los espectadores, entre los que me encuentro yo, y que a lo mejor podían estar haciendo cosas más importantes como coger un tren para llegar a una buena hora a su, o mi, destino universitario, lo entendemos. Es un fallo, y no hay que darle más vueltas.

Pero al igual que todos nosotros entendemos que la gente falla alguna vez, hay quien debe hacerlo a la inversa.
Si hubiera ocurrido lo contrario del asunto, el club habría acatado una buena sanción. Y a todo esto, recibe sanciones por cosas muchísimo más irrelevantes. Con ello ni mucho menos pretendo que se multe a la federación. Utopías aparte, lo que aquí se reclama es entendimiento, que los de arriba entiendan, que se acerquen más a los clubes, y que hagan, en la medida de lo posible, que el viento corra a favor de todos.
Hay quien debe darse cuenta de que siempre no fallan los mismos, y si lo hacen, no habría porqué condenarles por cualquier insignificante detalle. No soy quien para dar lecciones a nadie, pero tampoco hay quien deba recibirlas injustamente.

La resolución del caso no será otra que disputar el encuentro a una fecha por designar, lo más seguro es que sea en el fin de semana de carnaval en el que no hay jornada. Seguro que ahí se verá un bonito encuentro en el que la sana rivalidad de dos equipos del mismo club será, y habría sido el ingrediente principal.

Y volviendo a la gran tarde, hubo quien no salió del todo perjudicado del Díaz Miguel. Lolo acabó hora y media antes su jornada laboral, y muchos de aquellos padres futboleros con hijos que les salieron "rana" pudieron ver tranquilamente el fútbol. En el Calderón sí hubo árbitro, pero no había mucho que ver. (Aupa Atleti)