martes, 6 de marzo de 2007

Soñar no cuesta dinero

Todos sabemos que en Alcázar, y en el club, tenemos un equipo de baloncesto hecho para ascender de categoría. Poca gente sabe que podríamos hablar de dos.

El primera autonómica masculino vive uno de los momentos más dulces de la temporada tras conseguir tres victorias consecutivas, la última en casa ante el siempre duro Criptana en un derby que fue seguido por más afición de lo normal, sobre todo en su recta final. Las razones son obvias, la fundación "Adepal" jugaba después un partido ante Cuenca que, a la postre, sería más aburrido que el anterior. Y aquí me paro a pensar. Ni mucho menos deseo que la numerosísima afición del equipo de primera nacional no vaya a ver a su equipo. Pero es cierto que en Alcázar tenemos otro conjunto que se merece llenos en el Díaz Miguel, y sinó llenos, un poco más de apoyo local. Gente que empuje en la recta final de la temporada en la que los nuestros saldrán en pocas ocasiones de casa, y en la que está en juego la fase final. Seguro que muchas de las personas que se dan cita en el feudo alcazareño los sábados a las siete y media no saben que antes han jugado otros que también se dejan la piel en el parqué, y encima no cobran. Hablo de un equipo completísimo, en el que se combina veteranía y juventud. Hablo de jugadores que el año pasado jugaban en la liga que hoy disputa Adepal, luchando por un objetivo totalmente opuesto al de los de la fundación. Hablo de un equipo que se puede meter entre los primeros para alcanzar un posible sueño, y hablo de una racha que entre todos podemos hacer que no pare. Y podría hablar de todas las categorías del club, porque el aspecto del pabellón cuando juega cualquier otro conjunto es muy pobre, pero hoy quería centrarme en este. La causa puede que sea el haberlo visto por la tele recientemente, otra forma ésta para dar más publicidad a nuestro equipo y para darnos cuenta de la importancia que le deberíamos dar a los nuestros.

Tal vez no salgan chicas en los tiempos muertos a bailar, o tal vez no veamos mates como los de Martin Yabsley, ni toque una banda de música para animar los partidos, e incluso no tengamos una peña oficial. Y tal vez todos soñamos con que Adepal llegue a liga EBA, pero... ¿ por qué no soñar también con otro ascenso?

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